domingo, 29 de abril de 2012

Otra

Tanto tiempo vi en ti mi huída,
instante de mi sien en tu mirada,
el fluir del alma más sosegada,
que aún así no era aire que intuía.

Y humo esparcías como claro día,
y a la noche dudas apaciguabas,
del prolijo jardín rosa agostada
quedé en tu otra vida recogida.

¿Se desprendió el corazón de mi mano?
Del reloj fugaz partieron las horas
soñadas contigo como mariposas.

La vida resplandeció como un halo,
el aliento aleteó de la boca,
ya no era yo, no era tú, era otra.





jueves, 26 de abril de 2012

De nuevo

La luna baja hasta mis manos
blanco plata sobre oscuro
no te has ido y no vienes
dormida espero tu susurro

Hipnos o el río del olvido
tendré sueños de ti y de mí
llego a la piel más desnuda
hablada sílaba que hay en ti

Viene la alborada hasta la noche
cambia el color de mi cabaña
callo dulzura en la boca
y espero la luna en mis manos

lunes, 16 de abril de 2012

Fluir

Ell camina al seu costat, de vesprada,
i, quasi sempre, ella  només voldria
un instant de lluna plena, hieràtic,
de llur viatge al tot i res.
                                     Tornada
a l'inici, mai s'acaba. Sentir,
imaginar-se el frec a frec de la pell
i dibuixar per no raure a l'oblit,
la consciència d'aquest bell amor rebec
que lent s'escapoleix al desencís,
com l'aigua del riu al mar, i no res més.
Però no fineix. El sempre n'és un tret,
un instant etern en el seu espill.

sábado, 14 de abril de 2012

Preludio de un amor pastoril

Le dice la Plátana al Plátano:
¿Cómo tienes el platanero?
En la punta tengo un jilguero


-¿Qué escribes?
-Nada
-¿Me dejas leerlo?

-Fiuh, Fiuh, fiuh, fiiiiiiiiuh, fiiiiiiiiuh,fiuh fiuh, fiuuuuuuuh
-¿Qué silbas?
-"Le dice la pastora al pastor:
  ¿Conoces el canto del amor?"

Y se recuesta más Jana en el tronco del alcornoque, devolviéndole el cuadernillo a su pícaro pastorcillo aficionado a la sublime poesía, mientras a la vez le sonríe y le silba: fiuh, fiuh, fiuh, fiiiiiiiiuh, fiiiiiiiiiiuh, fiuh fiuh, fiuuuuuuuh. No tarda Romus, sentado al lado de Jana, en coger su flauta y acompañarla en el canto del amor. Ella lo ve muy bello y piensa que es debido  a la música que lo envuelve a él y casi la alcanza a ella.
-¿Me dejas tocarla a mí?, le pregunta la pastora al pastor, y Romus le enseña cómo hacerlo, con las yemas de los dedos de ella, arrancando notas preciosas, cada vez más agudas, que se pierden entre los cantos de los pájaros, los zumbidos de las abejas que van de flor en flor, el choque de la cornamenta de los machos cabríos, que celosos, arremeten el uno contra el otro...
Ahora la melodía de la la flauta los tiene a los dos en uno solo,  y extasiados se olvidan de tocarla, pero la música sigue sonando.

viernes, 13 de abril de 2012

Encina

Brotas derecha o torcida
con esa humildad que cede
solo a la ley de la vida
que es vivir como se puede.
(Antonio Machado)

Vino de un pueblo de León de muy jovencita. Tenía nombre de árbol, se llamaba Encina. La recuerdo con la tez muy blanca y el pelo castaño. Tatareaba alegre por la casa ayudando a mi madre con las tareas domésticas, y lo que más me gustaba era verla en la terraza tendiendo la colada. Un juego de sombras movedizas me servían de escondite entre las sábanas blancas. Avanzaba sigilosamente como un vaquero pegado a la pared ondulante de la tela y, ¡zas!, doblaba la imaginaria esquina abalanzándome con mi mano en forma de revólver para disparar al peligroso foragido. Encina caía herida no sin antes apretar su estómago con ambas manos, retorciendo su cara de dolor y profiriendo un grito ronco y corto que satisfacía con creces mi victoria en el mundo de los cawboys.

Ahora la recuerdo sentado en este parque del castell de l'Oreneta, mientras veo jugar a mis hijos bajo la sombra de los pinos, algarrobos y encinas. El aire se llena de un olor espeso al lado de la retama y el madroño.
Encina se marchó de casa para casarse y fue a vivir a Nou Barris. Cuando la volví a ver, me pareció que habían pasado ochocientos años. Su pelo era grisáceo como el envés de las hojas de la encina y me pareció de una humildad majestuosa. Su hombre no fue un buen marido, pero ella a pesar de las tribulaciones no había sucumbido a la fugacidad del tiempo. Perduraba sobre su tronco algo inclinado. Me miró emocionada y floreció de repente, como la encina en primavera.

Mis hijos corretean delante de mí en el camino de vuelta a casa. Dejamos los senderillos ocultos en la sombra y por el camino de tierra accedemos a uno de los muchos miradores. El día es claro y la vista sobre Barcelona, espléndida.

sábado, 7 de abril de 2012

El Baobab

Ella cada dia s'asseu una estona sota el Baobab. No et sabria dir si durant hores o minuts o segons o dies,perquè no l'importa en absolut. Decideix que el Temps no la governa, no la fa anar en línia recta, tatxant compromisos, deures, feines programades i ja acomplertes. El Temps és circular i la du a on és: sota el Baobab.
Davant seu hi ha dos blaus i sota el cul sorra blanca. L'únic moviment, el de la mar, suau i imperceptible. Només una barca de pescadors abandonada i pintada de color porpra.
És temporada seca i les branques primes de l'arbre no tenen fulles, però ella, igualment, és a recer d'una ombra que li fa venir son.
Pensa que gràcies al Sol hi ha Ombra, doncs quan el cel està encapotat, tot és d'un to d'alumini fosc. Recorda  haver-se atansat abans de l'Alba, un dia sense hores, al seu Baobab. Tenia fred i s'embolcallà amb una manta. L'arribada de la llum del dia li havia tornat la realitat: la mar, el cel, la barca, la sorra, el baobab i les ombres.
Mussita que les tenebres de la nit la fan caure en un somni que ella viu com quan és al seu Temps lineal : successos, moviments, embolics..., encara que val a dir que sense ordre cronològic.
Bé és cert, que quan hi ha Lluna plena la cosa canvia. Camina de nit i els seus ulls distingeixen tots els perfils. És com si hi hagués diferents tonalitats de negre, i l'argent accentués la seva refulgència.
Obra els ulls i s'aixeca. S'abraça a la pell de rinoceront de l'arbre, com acomiadant-se del millor amic, sabent que és un comiat curt, com el qui se'n va a treballar i després ha de tornar a casa, al Baobab.