sábado, 30 de junio de 2012

L'aigua

Estic asseguda desmanegada i la sang apresa més a les puntes dels dits de la ma, per la posició dels braços, pengin-penjam, un a ca da costat del cos desmanegat assegut damunt d'una cadira.
Els peus estan creuats, dins d'unes sandàlies també creuades i, sota la taula del menjador.
La ratlla diametral del cap, només per la part del darrera, s'arropenja al respatller de la cadira.
Els ulls, per sobre de  les ulleres, segueixen, estant fixos, el vol d'una mosca.
És estiu, i demà també ho serà.
Comença a ploure a bots i  barrals, quasi bé sense temps d'olorar l'olor de terra molla de la calor.
Res no es mou, i jo tampoc, només la mosca.
Quan l'aigua arriba més amunt del meu front, i més amunt, els cabells es converteixen en escates i baixen per a tota la pell. Ara sí que em començo a moure, amb el cos sinuós. Obro la boca de peix, i em menjo la mosca.


viernes, 29 de junio de 2012

Sense rima

Cerques l'espill com qui espera trobar la resposta.
És l'eco repetit d'una i altra imatge, i d'una altra
encara, sense fi, sense inici.
No pots recordar el primer dia i
t'agradaria endevinar l'últim.
El mig és confós i t'esmerces en enfocar
l'objectiu, vols seqüènciar ara aquell any, ara
aquell altre.
¿Què t'empeny, doncs, a buscar en la memòria?
¿Ja no tens por dels draps bruts?
Estàs nua, amb prosa i sense rima.
Com un roc al mig del riu t'has plantat,
però el corrent de l'aigua no s'atura.
Molla del passat que ja és ficció i de
l'ara que encara regalima,
l'espill et cerca a tu, i tu encara no has trobat la rima.



La mañana

La mañana clara y mía
de verano. Descalza voy
en tu seno, arena fría,
que en ti he de tumbarme hoy.
Frente a mí verde frondoso,
a mi lado blanco y azul,
me acurrucas y reposo,
y espero me inunde su luz.
Del sol, que alto vigila
las horas que se deslizan
en mí con monotonía,
que mi vivir hipnotizan.
Entre sueños oigo olas
que a los pies llegan bailando,
e imagino son tus manos
que me van acariciando.
La mañana clara y mía
de verano. Tranquila estoy
en tu regazo dormida,
que en ti he de quedarme hoy.

sábado, 16 de junio de 2012

Hi ets

No sé quina veu de núvol mut
vibra dins meu: com un cel estrany
en un dia de son confús;
o un eco d'un pou profund, que s'allarga i repeteix
molt llunyà, i en algun cim desdibuixat desapareix;
porto el sentiment fermat d'un altre dia eixut
que romandrà amagat al si de la memòria:
si més no, he estat vençut
de manera transitòria.

Doncs heus aquí el delit de vol
que m'arrossega mesurat
pels ribatges del teu cor
que el coratge m'ha atorgat.



miércoles, 13 de junio de 2012

La Granja

Cuando me dijo que se iba de viaje, de hecho lo hacía dos o tres veces al año y nada más conocerlo se había marchado al cabo de un mes, a Argentina, por cierto, sentí que me vaciaba. Decidí estar muy ocupada, pero no tuve suerte, y pensaba que haberlo conocido había sido un error cuando me enteré de que habían reeditado el segundo libro de Henry Third sobre el Tarot y los descreídos. Ya había encontrado en qué entretenerme. Busqué en Google toda la información posible sobre este sujeto y me fijé en su foto. Era algo mayor, de ojos redondos, barba espesa pero recortada y pelo sospechosamente no canoso. Llamé por teléfono a mi editora y consiguió ponerme en contacto con la jefa de prensa de la editorial It's not possible, y ésta, a su vez, me prometió una entrevista con Henry Third.
La noche que me citó, yo estaba un poco nerviosa, quizás porque me advirtió que tenía una cena literaria y que estaría encantado de que la compartiera con su grupo de amigos. Pensé que era mejor no utilizar la grabadora, demasiado forzado para la ocasión tratándose de una reunión de literatos, la mayoría aficionados, según me informó, pero que ya llevaban tres años reuniéndose y disfrutando de su hobby en común.
Me presenté con un vestido rojo ceñido que compré la misma tarde, en cierto modo porque formaba parte de mi terapia de entretenimiento, zapatos de tacón-vértigo y un bolso pequeño de mano, que no obstante pude colgar, gracias a su cadenita bastante larga, de mi hombro izquierdo y cruzarlo entre mis dos pechos, yendo a parar, finalmente, recostado en mi cadera derecha, dando libertad a mis manos, a pesar de su nombre, y confiriéndomela a mi misma (qué tonteria!). Estuve tentada de ponerme un turbante a juego con mi atuendo y utilizar como tarjeta de presentación un carta del Tarot (el colgado, por ejemplo), pero pensé que a Henry Third no le haría gracia alguna y que ello significaría empezar con mal pie.
Cuando entré en el restaurante ya estaban todos. Diez mujeres y siete hombres, entre ellos Henry Third.
Lo que pasó esa noche, tengo que contarlo.


domingo, 10 de junio de 2012

Peregrinus Ubique

Que sean mis pies descalzos
y mi alma pasajera
Que sea mi corazón
de paso palpitante

Que me lleven a Perusa
o a la roca de Espoleto
y levite sin peso
los caminos de tu voz

Desnuda de la vida
sin más límite que andar
translúcida en el aire
sueño mi yo sideral

Música reverbera
de piedra vitrificada
donde otros dejan huella
de la razón humana

Que sean mis tuyas manos
el mirar de mis  tus ojos
el galopar de tus mis sienes
las puras llamas del viaje




lunes, 4 de junio de 2012

Saint-Cirq-Lapopie

Terciopelo rojo de geranio
que acaricias sobre verde mis pies descalzos,
sube hasta la mesa de mármol y
respira junto a mí mi aire.

Mira a lo lejos el río Lot
con su barco que surca el meandro
y dime si ves las adelfas
allá, a su lado, saludando.

Siente por mí, que yo sí puedo,
sin voluntad de irme, que ya me quedo
al sol de la mañana,
¡Cómo te espero!