lunes, 27 de agosto de 2012

Nadie

Ya de regreso voy a mis entrañas
que a la intemperie pasear no quiero
pues si encuentro aquello que más deseo
no procuro tejer tela de araña

Inconcluso no muevo una pestaña
y nadie adivina mi fuero interno
encerrado siempre en mi frío invierno
pensamientos de la peor calaña

Y muerto estoy olvidado de nadie
sin tus labios que pronuncien mi nombre
en el regazo de la Madre Tierra

Ya me dejó mi sombra aquella tarde
que siendo sol de agosto vino noche
porque viniste tú, y no me vieras



martes, 21 de agosto de 2012

Bruma

Ana me mira altiva, ojos profundos , pegados sus cabellos trazando perfecta línea hasta el lóbulo de su oreja derecha, y ahí, hacia atrás, recorriendo su cuello, blanco, desnudo, perfecto.
Es su última imagen antes de salir de casa.
El traqueteo del tren  es traqueteo distinto dentro del tunel. Y cada vez que salgo de uno, sé que voy a entrar en el siguiente. Y ya no sé si el tunel me cobija o me engulle y si fuera cojo aire o me encojo.
Pero ya llegamos a la estación, y aún con bruma, las luces amarillentas de las farolas adivinan perfiles curvados por el frío con maleta en mano y cuellos subidos más allá de las barbillas.
Ana persiste en mi memoria.

domingo, 12 de agosto de 2012

Bruma

Ana.
Levito sentado en el tren. Velocidad a ralentí que me atorbellina fuera de la ventanilla en esas imágenes que se suceden en una sola. Son mis ojos que enfocan asomados por esa breve línea entre las pestañas. Óleo sobre lienzo que desdibuja amalgama de colores.
Ana.