martes, 15 de enero de 2013

Culpable

No puedo explicarte el porqué. Ni tan solo lo sé. Pero cada vez que abro esa puerta no hay nada detrás.
Es la nada del color. Intenso y denso.
Hoy veo todo rojo. No hay nada que hacer. No importa que me arrime al borde y con leve presión deje lastre. Envisto sobre blanco. Mil veces me pregunto con qué finalidad y otras tantas me respondo que ni idea.
La redondez de la circunferencia azul, ayer, me llevó a pensar que no existe opresión alguna y, como si de una patinadora se tratara, tracé y tracé y tracé en redondo.
Pero mañana, me hablan del verde, lineal, como yendo hacia un futuro. Primero dejaré color opaco y depués perderé intensidad.
El Hoy del Mañana, el Ayer del Mañana, el Mañana del Mañana. Mismos colores, idénticos trazos, repetido lienzo blanco.
¿Acaso recuerdas, vives o imaginas algo diferente?
Pinto. Nada o nadie que yo perciba, dirige mi fino talle. No puedo explicarte el porqué. Ni tan solo lo sé.  Pero cada vez que me sumerjo en el color, busco ansioso tela virgen. Pinto. Intenso y denso.