jueves, 26 de enero de 2012

Roger Rabbit

Me ha venido a la memoria esta película del año 88 del pasado siglo donde personas de carne y huesos se relacionaban con dibujos animados. La escena donde el "dibu" Jessica Rabbit canta cual terciopelo y contornea las nalgas de Marilyn Monroe al compás de unas largas piernas, acercándose al final al humano-detective Eddie Valiant sentado en su silla con cara de "rey pasmado", mezcla en mi mente, de por sí ya bastante arremolinada de imaginación, la realidad con la ficción, de tal manera que de pronto me doy cuenta que cuando Jessica se apoya en los muslos de Eddie, y le toca,  y tirando de su corbata aproxima los labios de él hacia los de ella, como digo, me doy cuenta que el "dibu" sí tiene peso, no es un espectro, no es aire, ni polvo y aunque anda sin hueso, se diría que es de carne.
Dos mundos se dan la mano. Se me ocurre ahora acercarme a esa gran pantalla y posar mis labios en ella, en los labios de él, porque él, del otro lado ha pensado lo mismo que yo, y los ha pegado con la intención de ser besado, pero..., ¿qué ocurrirá?, ¿será él quien cruce por el efecto del dulce beso, como cuando la princesa besa a la rana y no es ella la que se convierte como tal sino él el  que deviene príncipe? Y si esto es así, ¿seguirá él siendo el yo ficticio del autor o se revelará su yo empírico?  ¿Y si sucede al revés? ¿Si es ella la que  descubre el otro lado de la pantalla pero conserva en su viaje su esencia humana? Ella no es un dibujo animado, él sí. Y si ambos permanecen donde están, ¿bastará el delicado roce de las bocas para que él sepa a quien ha besado?. Quizás no, pero aun en tal caso puede que a menudo repose su oído en la superficie vertical,blanca y opaca que los separa para cazar su voz y ella acudirá de nuevo atraída por ese mundo de ficción hasta la frontera de momento infranqueable y atenta escuchará:" y te digo al oído que estoy vivo", y entonces el artífice del imaginario temerá perder a su retoño.

3 comentarios:

  1. Tal vez ya lo ha perdido, querida Blancaneus, y anda por el proyecto Diógenes haciendo de las suyas...

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  2. Querido Mario, he leído el comentario que el sr. Distrievich ha hecho de tu soneto "Y te digo al oído que estoy vivo". ¿Quién es la misteriosa dama?. Estoy celosa

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  3. Querida Blancaneus, solo tú, diga lo que diga Andrei Distrievich, que ni nos conoce ni entendenría jamás la naturaleza de nuestra relación.

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